I
Tantas cosas ha atravesado mi cuerpo,
inimaginables momentos
donde la luminosidad casi le hacía presencia
a la oscuridad de lo eterno.
Pero sin preámbulos,
el fuego corría hacia la salida
deseando escapar
del incesante ardor,
haciendo sonar
con cada paso
las brasas que caían
pesadas
y quedaban detrás
[detrás mío]
Allí me encontraba yo,
indescriptible imagen de puro temor,
enemiga de la claridad,
aire que respirás
y la misma tierra que pisas
extendiendo mis brazos
para recibirlo
[para recibirme]
y encerrarlo
[encerrarme]
en ese hueco repleto de luz fría
que encandilaba su visión
y tan solo expresaba en su férvido rostro
alivio.
II
afirman los libros
que la melodía
al final sí corresponde
al ritmo de mi corazón
y mucho más mis palabras
y al final de duras cuentas
siempre sincronicé ese fulgor
con el de
mis propios latidos
porque la realidad es que
siempre fuimos uno:
Ignición pura,
carnífice que extiende
su calor a todo aquello que lo rodea
ni más ni menos que
Ser Fuego.