Sermón de la inocencia II
Felices aquellos que el señor los ha abrazado y protegidos contra toda educación de la maldad Desgracia para aquellos que
Felices aquellos que el señor los ha abrazado y protegidos contra toda educación de la maldad Desgracia para aquellos que
Aquí vienen las sirenas. Aquí vienen los murmullos atrás de tu oído. El «tal vez», el «y si». Aquí vienen
Solo queda el día a día. Solo queda aceptar que ya nada será, nada de lo que creí(mos) construir. Todo
Felices aquellos que se dejan amasijar y lacerar el corazón puro e inocente frente a aquellos solo conocen la maldad,
Solo los Dioses como testigos, escondidos entre las sombras de ese cuarto a la medianoche. Saben lo que tus ojos
Hasta que la luz nos alcance. Hasta que el abismo nos devore. Hasta que la luminosidad nos enceguezca y todo
Impotencia: resignación frustración angustia dolor Todo aquello a lo que aspiras ser y no puedes Todo aquello que ves en