No son matemáticas,

nuestro credo es advenedizo.

Honra el perdón, el sexo y la reminiscencia

La fricción manual y neóptera

de los jefes con tendencia diptera

Ajimez y desesperación canina.

No son matemáticas

Son los dedos suaves de la generosidad

que me llenan de gotas extrañas

y el veredicto necesita más experiencia

Nuestro mito sí tiene tiempo primordial,

entre las trece y las dieciocho.

No son matemáticas

Donde se aloja el miedo.

mi bello huésped, mi apoderado,

se interna presuroso,

se hunde con vehemencia.

No son matemáticas, es miedo.

Miedo porque es hombre

y el hombre hiere con armas viejas