Yo tenía un amigovio a los 15 que tocaba en una banda de funk con ese nombre, y me pareció bueno para éste plato.
El poyo todavía se puede comprar cada tanto, y deshuesar y cortar el pedacitos. Así que recomiendo que usen uno fresco, que huela bien. Elijan preferentemente la carne más oscura y jugosa del poyo: las patas y los muslos.
A medio kilo de patamuslo deshuesada y trozada (más o menos de 2 cm por 1 cm cada pedacito) la meten en un bowl y le agregan: un puñado de ajos cortados longitudinalmente en 2 o tres láminas, un puñado de láminas de 1,5 mm de grosor por 1 cm de diámetro de jengibre fresco.
Después de untar todo eso en mostaza de dijón y de ponerle un poco de sal (y si tienen garam masala le ponen 3 piscas), lo saltean unos 5 minutos en un wok con un poco de aceite neutro hasta que se dore, y le agregan a continuación: ¾ de taza de miel y un vaso y medio de vino blanco seco y dos cucharadas de salsa de soja. Lo revuelven un poco, lo tapan y lo dejan a fuego medio 20 minutos más, y listo.
Si quieren le pueden agregar, al final del proceso de salteado, un puñado de hongos trozados. Les recomiendo los portobelos frescos porque los champiñones no tienen gusto a nada y los hongos de pino tienen gusto de más para este plato.
Creo que algunos cachitos de algo rojo le quedarían bien a la vista, pero no se me ocurre qué puede ser, porque tomate o morrón no van.
Pueden servirlo sobre una base de arroz shamaní con un poco de cilantro, y no en un plato sino en una de esas cosas semiesféricas que parecen tazas grandes sin asa.
Estudiante de turismo, aficionada a la escritura y a la cocina, kirchnerista y bisexual.