Cuando una mujer
se adentra en el vacío de su espejo
Aprieta
absorbe
busca.
Se expulsa
se estremece
se enreda en la mujer que está
a su lado
perdiéndose entre menstruos
muertes
engaños.
Fragmentos de toda vida pasada.
Se crea un lazo infinito
y la otra mujer
se pregunta cuándo llegará la hora
recordando todo lo que ignora.
Se sube a la noche
sin miedo a ahogarse y
besa una piel frágil,
impura,
blanquecina.
Las mujeres
unidas para siempre
como el abismo al adiós.
Y la virgen,
por el asco,
cierra los ojos
queriendo deshacer el lazo.