cuando camino sobre la lápida donde descansa mi corazón
encuentro familiares los rostros,
que sé que tienen cada rasgo del tuyo.
a veces dejan flores, otras dibujos,
otras recuerdos de cicatrices.
algunos días voy a visitarla y no hay nadie,
aprovecho para hablarle a mi corazón sobre vos.
cómo desde que él no está, no sé lo que es el amor,
que cada parte de él la mataste vos.
a veces finjo seguir teniendo vivo el corazón;
he llegado a pensar que es capaz de revivir,
cuando mis amigas me hacen reír
hasta no sentir las mejillas,
cuando un gato de la calle me ronronea
cómo si mi caricia fuera la primera.
a veces pienso que sigo teniendo vivo el corazón,
que no te lo llevaste con vos,
que los rostros que veo no están arrepentidos.
creo es tú corazón el que se fue conmigo.