Bienvenidos y bienvenidas a la segunda de estas reseñas llamada Poesía Esencial. La idea principal es recomendar libros de poesía que sean económicos y fáciles de conseguir muy buenos. Tarde un montón en escribir nuevamente porque me puse a mi misma una consigna difícil para estos tiempos, porque además de conseguir un libro bueno y barato, primero lo tengo que leer y que el libro con su desarrollo cumpla con ciertas expectativas que como lectora espero satisfacer. Hoy les traigo una conocidísima poeta brillante y hermosa infaltable en la biblioteca: Alfonsina Storni. 


Nunca leí con detenimiento a Alfonsina, siempre sentí cierta distancia entre nuestros lenguajes y por ende siempre la leía de esa forma, no involucrándome, no entendiendo lo que quiso decir. Borges decía que nunca hay que leer nada obligado por placer y que si un libro no te gusta ahora, quizás en otro momento de la vida resulte que sí. Por este motivo nunca me sentí en falta (o tal vez sí, porque me parece sumamente importante leer la poesía de las mujeres de nuestro país) y siempre tuve la esperanza de que en otro momento, nos íbamos a encontrar y a reconocer juntas en sus versos.  

Ese momento llego. La poesía de Alfonsina es desgarradora, bella no, perfecta digo y comprometida plenamente con la construcción de versos precisos. Lo que más me cautiva de ella es que es fue una mujer que desde los 14 años tuvo que salir de su casa y arreglárselas como sea. De sus hermanos fue la única escolarizada, porque su madre vio en ella algo distinto. Después fue maestra rural , tuvo un hijo que crio sola y publicó su primer libro en este contexto inimaginable. 

Me gustaría mucho que cuando alguien habla de ella, o de cualquier poeta que termina con un final parecido, se hable en realidad de su excelente obra, de su inteligencia, de su creatividad o de su cualidad para transformar en arte los dolores de la vida mas profundos que alguien pueda pasar. Que no se hable de porqué se suicido, sino de todo lo que hizo para evitarlo, para salir adelante, para criar a su hijo sola, para escribir, para vivir. De esto habla muchísimo mejor Al Alvarez en el libro El Dios Salvaje, ensayo sobre el suicidio comentando el caso de Sylvia Plath, otra poeta con el mismo final. 

Para cerrar, un poema de amor. Siento que Alfonsina renegaba del amor y de enamorarse, pero como todos y todas, caía siempre en lo mismo, porque como ella mismo dijo hay personas que nacen para el amor y eso nos acerca del todo, porque yo también reniego de amar pero creo que no concibo mi existencia de otra forma. 

Sobre el libro

Compre este libro nuevamente en la Librería Losada a $300 pesos. Tienen varios de estos porque es una colección de poetas hispanoamericanos dirigida y seleccionada por Ernesto Sábato. Esta también el de Pedro Salinas, que ya nombramos en el articulo anterior. 

Sin mas para decir, espero que les sirva y les guste. Ojala nos leamos pronto. 

Este es el fin. 

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