Corazón,
habíamos prometido no enamorarnos.
Entonces, ¿por qué te alteras con la sola idea de su nombre?
Ambos sabemos que esto no terminará bien.
Volvamos a nuestra soledad,
allí donde se encuentra nuestra amada y preciada literatura
que casi abandonamos
por estos inútiles sentimientos
que solo nos están alejando de nuestro lugar.