Veo a cada momento del pasado armándome como a un rompecabezas, mientras que yo me desarmo en el presente. El paso del tiempo se desdibuja entre las casualidades y las coincidencias, o quizá no es el paso sino el repaso, una vuelta mas de un sacacorchos infinito.
El hoy es una foto, en la que cada aspecto se conecta con hilos sutiles a las imágenes del ayer. Intento adivinar los vínculos con el mañana, pero están velados a mis ojos, aún no es tiempo.
Hago cosas. Acá escribo.