En la dulzura de ella, no hay piedad
En las inconsistencias de el, hay grietas
En los temores de ella, hay reciprocidad
En los demonios de el, hay preguntas y respuestas,
En la mirada de ella, hay fascinación y ansiedad
En la de el, deseo, curiosidad y mascaras
La combinación perfecta, el perfecto plan
Se cocinaran a fuego lento por horas
Así, danzando, en sus jugos hervirán.
Sus cabellos, de eso que son las estrellas
Ojos cual retrato del big bang
Su sonrisa, un pasaje al diván
Del cuello a los pechos, un campo de minas.
El tintinear de su cintura, hipnótico, letal
Sus piernas eternas, un nunca jamás
Y sus pies, que cada paso todo lo conquistan.
Hechicera, amazona ¿lo amaras?
Una mandíbula que suena a peligro y deseo
Su boca, buscando lo que su carne calla.
Su espalda , mapamundi que ansia ser recorrido
Esos brazos, serán un oasis o fantasías?
Sus manos, tanto veneno como antídoto
Caderas que hablan de gemidos y titanadas
Guerrero, cazador ¿serás amado?
Quien pensaría en una mas perfecta ocasión,
La noche y sus tretas enredándolos.
Sudor, insensatez y humo marcan el son
Esa pista es su oportuno cosmos.
Quizás se sean una nueva constelación,
En esa colisión , en el impacto entre ellos dos.