Estoy cansada de mi alma inaudita
que no tiene nada que la mueva,
se queda sola la maldita.
Me persigue tratando de que ceda.
Le digo que se vaya,
que me deje,
no la necesito
porque me pesa y todo duele.
Me hace falta tranquilidad,
acostarme y dormir.
Dejar de pensar
en cosas que no van a suceder.
Porque ella busca, busca y busca
lo incorrecto, lo que no me quiere,
lo que no puede, lo que no puedo,
lo que no quiero, no en este momento
cuando soy esto. Algo imposible de querer,
algo agotado hasta los huesos
que no vivió mucho, pero se guarda
en secreto.