He cambiado.
He cambiado, gracias a Dios
(o a pesar de éste).
Soy otro,
el otro me ha cambiado,
la otredad
que rompe mi ethos,
que se aparece como un dios o un esclavo,
como un rostro desesperado,
cambió la lógica de mi ser.
A pesar de los otros,
he cambiado,
a pesar del pasado,
de Zenón y mis padres,
a pesar del río que no cambia,
he cambiado.
Hoy he cambiado.
Hoy soy el otro.
Estudiante de Filosofía, Docente de Agronomía (UNS). Armando el rompecabezas, con los dedos manchados de tinta.