Te conocí un día
de estado cadaverico
pero vos parecías sereno
o al menos silencioso
tal vez algo reservado
no lo sé, mi memoria
te reconstruye de modo extraño
y bajo los efectos de la melancolía
no creo que sea muy confiable
Decía, que te conocí un día
y la charla fluyó como río
atravesando un bosque de arte
-mi mayor debilidad-
tu perfil, tu cara en general
sospecho que dilató mis pupilas
fue una cuestión química del cerebro
o del alma
no sé la diferencia
Un día de un año
una noche de otro año
solo eso fue suficiente
para que confíe demasiado en mi mente
y rechace la razón
Me pregunto
cuántos poemas tengo que escribir
para salir victoriosa
en el duelo a muerte
contra la imágen idealizada de tu encanto
Estos versos no son un halago a tu persona
son un intento de exorcisarte de mí
tu imágen no ha querido disminuir
solo crece cuan enredadera
entre mis neuronas
y ya le queda grande a mí cráneo
hace presión
puedo jurar que duele
Sos el esplendor que quiero ahogar
la belleza que quiero ignorar
el llanto de una niña caprichosa
a quien no le han comprado su golosina
Este fuego inútil
consume, devora, hace cenizas
mis cuevas, lugar de mil hogares
donde me refugio
pero tu imágen lo destruye todo
a dónde escapar
a dónde encontrar
la brisa vacía de nombres y deseos
que busco y perdí poco a poco
gracias a la interrupción de tu silueta
No puedo tampoco culparte
por mi propia creación mental
ni por mirarte con este fuego inútil
ardiendo en mis ojos
Le pido a tu imágen, réplica de tu existencia,
que se desvanezca
pero es inútil
implorarle piedad o sumisión
a la creación prisionera
y no a su creadora
Tengo 26. Soy de Bahía Blanca. Estudio Letras en la UNS.
Escribí un libro de cuentos y poemas «Contrastes, un poemario «Poemas Siniestros para un suspiro» (subido a Trafkintu) y «En el vacío también transcurren las horas» (también de poemas). Podés seguirme en insta @dama.rixx