había una paloma suicidada

yo no solo la vi

sino que, efectivamente, era un hecho:

había una paloma suicidada

no es un «como sí…»

ERA así;

seguramente cansada de su vida

se lanzó al vacío

desconsolada y sola

con un hilo atado a su cuello;

cuántos demonios palomines

deben haber asechado su mente

o quizás prejuzgamos su fallecimiento

y se fue en paz

sabiendo que esa decisión 

al menos la hacía dueña de algo:

el destino de su muerte.