Rápidamente definamos:
Al acto de filosofar como la actividad central de la Razón Especulativa.
A la Física; como la disciplina que explica las leyes que rigen el funcionamiento del Universo material.
Y a la Lógica Matemática; como el lenguaje en que ambas deben justificar sus tesis.
Claro que Filosofía significa: amor a la sabiduría; y en ese caso todos somos filósofos, y hasta un perro puede filosofar porque elige realizar ésta o aquella acción.
Pero como disciplina, la Filosofía es una forma especial de sabiduría.
¿Y que conocimientos persigue?
Pues, contestar una pregunta central: La pregunta por el Ser.
Acaso su única y principal preocupación.
Y para ello ha generado varios campos del saber. Varias disciplinas conexas y coherentes.
Se interroga: ¿Porque existen cosas en lugar de no existir nada? y a renglón seguido: ¿Cómo han llegado éstas existir? Y la existencia: ¿Que justificación tiene?
Erróneamente se cree que la filosofía es un ejercicio del divague; en el que se trata de exponer más o menos poéticamente la cuestión del SER, incluso de forma subjetiva e individual.
Se la confunde con: Psicología, Sociología, Conductas sociales introspectivas y otras preocupaciones que son del ámbito privado de las personas. De su elevación moral; espiritual o simplemente por conocerse uno mismo. Llegando también a considerar filosofía, a teorías o doctrinas que son parte de la cuestión mística o religiosa.
FÍSICA
La Física en su origen, es la disciplina que, deslindada de la Filosofía acometía la tarea de explicar la cuestión material de la existencia; principalmente el cambio y el movimiento.
MATEMÁTICA
La Matemática es el lenguaje por medio del cual se comenzó a “dar razón”(Logos), de lo que se exponía. Auxiliada, desde hace un par de siglos, por la fenomenal herramienta de la Lógica Simbólica.
Ahora bien, leo en los grupos filosóficos que hay una sobredosis de existencialismo en la caracterización de la Filosofía.
Mucha Psicología, una especie de desvío que incluso es apoyada por la idea de que el rótulo de “Humanidades”, viene bien a las preocupaciones de las psiquis individuales y sociales, y no tanto de lo Humano como parte del Todo.
FILOSOFÍA
La Filosofía tiene en su origen conocido a Thales de Mileto. Su intención: dar una explicación física del Universo.
Y adelantó una teoría: todo está –dijo-: “formado a partir del agua”.
Si pensamos que el Hidrógeno forma parte de dos tercios de la materia cósmica, pues; le erró en un tercio. Otros dijeron que es el aire el elemento básico, otros postularon una sustancia indeterminada (Apeiron), otros: los cuatro elementos. En fin, fueron los primeros filósofos, llamados «físicos» o «naturalistas».
Esta búsqueda de una explicación física, elemental, de la existencia; es central en la definición del objeto filosófico.
Porque si no se propusiera la filosofía explicar el origen material de todas las cosas, sería tan sólo: otra cuestión de Fe.
La Filosofía persigue descubrir en qué elementos se apoya el Ser del Universo y cuales son sus características. Y todo ello mediante el uso de la mente humana.
Pronto la filosofía descubrió que el orden cósmico se asienta en leyes abstractas, imperceptibles a los sentidos, pero constituyentes de la realidad.
Heráclito postuló para siempre que el Cambio es lo único permanente: “Nadie se baña dos veces en el mismo río”, nos dijo.
Parménides sentó las bases lógicas con que el pensamiento debía considerar la realidad en sus tres principios: 1) Identidad, 2) No contradicción, y 3) Tercio excluso.
Quiso decir que algo Es o no Es. Que no puede: ser y no ser al mismo tiempo.
Pitágoras explicó en números las acciones concretas, dando a la matemática sus primeras categorías: Enumeración, Cuantificación, Ordenación y Proporción. Contenidas en sus famosos teoremas.
Ahora bien; Sócrates, Platón y Aristóteles; tras haberse peleado con varios pensadores de teorías basadas en argumentos poco sólidos cayeron en la cuenta de la necesidad de afinar y poner en condiciones al principal efector de lo pensable y de lo pensado: El ser humano.
Si el Hombre quería conocer los secretos de la existencia no sólo debía pensar. Debía pensar correctamente.
Si el ser humano es la construcción biológica que, el Universo o un Dios diseñó para comprenderse a sí mismo, pues había que conocerlo bien. Hacer más eficaz su tarea de explicar el Todo.
La Filosofía tiene por ámbito lo Universal.
Porque sinó; el Ser no podría ser pensado. Se debe pensar lo absoluto.
Fue imposible no dividir la realidad en dos: materia y energía, o materia y espiritu, o sustancia y esencia. En suma, lo tangible y lo intangible.
Fue cuando la Idea se convirtió en parte constitutiva de la realidad. En la más poderosa. La Idea liberó para siempre al hombre del mundo natural y lo convirtió en su Rey.
Hoy estamos en un estadío que cuenta con 2500-2800 años de especulación Filosófica.
Es difícil no darse cuenta de la vigencia de aquellos pensamientos. Que suenan simples a estas alturas, pero fueron cada uno un antes y un después en la historia humana.
Piénsese tan solo en Demócrito; quien dijo 400 años AdC, sin laboratorios ni equipos de ensayo, que todo está constituido de átomos, y que éstos átomos eran la unidad más pequeña de la Naturaleza.
Luego; ¿cómo surgió todo? La Lógica deductiva nos dirá que todo debió tener un principio. En algún remoto pasado.
Y; si todo ha tenido un único origen: El Big Bang, o la Creación, si antes de este Universo hubo otros, etc., lógicamente pensamos que habrá de tener por lo menos un sentido armónico, organizado, direccionado a algo. Debe portar una forma de desplazarse, transformarse, expandirse, etc. Y aun si la respuesta a la formación del Universo es el Caos, entonces la Filosofía querrá hallar un orden en él.
Hoy se puede rastrear el origen de la Vida en las sustancias químicas que abundan en el Cosmos. Queda definir cómo estalló la vida, la organización celular, de dónde salió la Conciencia…
Hay teorías genéticas, como la de Richard Dawkins (el Gen egoísta), que proponen la portación de una especie de información en los genes que constituyen nuestras células. Información utilizada para generar partes específicas, esto es: órganos y químicos especializados en nuestro cuerpo. Información que “no comparten” con nosotros directamente.
Nuestro cerebro está en permanente actividad tratando de conocer el funcionamiento de sí mismo y todo lo que «suponemos» que és nuestro. Porque si no sabemos todo de nuestro cuerpo, es posible decir que nosotros pertenecemos a los genes y no ellos a nosotros.
Es entonces que; en medio de una física cuántica que observa partículas de proporciones infinitesimales, una biología cuyos horizontes se expanden sin cesar, y una matemática que permite medir masa y velocidades en esas partículas invisibles, cuando podemos pensar que, no sólo la materia es en suma una aglomeración de partículas energéticas, incluyendo a nuestros genes, sino que además, ésta energía es asimismo información. La Información que buscamos, y que nuestra propia constitución nos brinda a regañadientes. Información que les arrancamos a través de sofisticadas creaciones tecnológicas.
Es inquietante porque, si la energía es información, no solo Hegel y Platón habrán probado el origen de las particularidades individuales a partir de un reflejo del Universo en nuestro interior. Sinó que además, ésta información que viaja en la energía; es anterior al Universo conocído y nos ha formado como máquinas vivientes cuya misión es conocer el Cosmos, al conocerse a sí mismas.
De Thales a Hegel, la Filosofía blandió como una espada invencible a la Razón.
¿Pero es la Razón la única manera de aprehender la realidad?
A lo mejor algunos de Uds. ha leído sobre Michael Faraday, el padre del Electromagnetismo y otros tantos descubrimientos basados en experimentos electroquímicos.
Sino lo han hecho, no se pierdan de conocer su increíble e inspiradora historia. El descubrió que la tierra era una masa afectada de un campo magnético general. Pensó que en esas ondas se podría enviar información inmediata a todo el planeta. Y fue de modo casi instintivo. Lo pensó como la consecuencia lógica de un fenómeno que observó; consistente en el comportamiento que tenían las limaduras de metal al acercarles un imán. No tenía; por la pobreza de su origen social, la formación académica para explicar a los científicos de su época semejantes teorías, hasta que James Clerk Maxwell, quien sí provenía de la clase alta y sí pudo estudiar y convertirse en un célebre matemático; puso en números y ecuaciones las teorías de Faraday, demostrando la exactitud de sus ponencias.
Y esto ocurrió a mediados del siglo XIX.
Entonces, ¿es posible captar la información que porta la energía a través de la Intuición, o entenderlas aún sin poder expresarlas en el lenguaje matemático? ¿Hay personas cuya capacidad mental los hace aptos para entender lo indescifrable e inexpresable? ¿Fue esa la cualidad que hizo a los griegos tan geniales?
En fin; ya sea a través de la Energía, la Física de partículas o la constitución atómica, la filosofía está donde se discute el Ser del Universo, el Ser de todas las cosas.
Es el faro que echa luz sobre toda cuestión humana en tanto especie y respecto de sus inquietudes generales. Para organizarla, para darle sentido, para darle sistemas y para hallar en ello una razón.
La Filosofía, al pensar la cuestión del Ser; materia y energía, es epistemológica: enseña cómo razonar correctamente y que parámetros observar a la hora de obtener el conocimiento. Es la cuestión Ontológica: las propiedades del Ser en tanto que Es. Es Ética y Estética. Es el arsenal Intelectivo del que se vale el hombre de ciencia para ampliar los conocimientos humanos.
La Filosofía no se dedica a analizar las conductas privadas. No sirve para que Pedro o Juana vean la vida con positivismo y gratitud. No está para dar consejos de autoayuda, ni para justificar o condenar moralmente a nadie. Eso es parte de otras disciplinas o de otras convenciones de valores.
Yo no tengo «mí filosofía», ni nadie tiene «su filosofía». En todo caso la Filosofía nos tiene a todos.
Llamar filosofía a una serie de puntos de vista u opiniones personales es un error que se debiera señalar desde la más temprana instrucción educativa.
La Filosofía pregunta por el Ser de todas las cosas y todos los Universos posibles. Sin dar lugar a la imaginación.
Es la búsqueda del conocimiento puro y duro y en éste tiempo es: físico y matemático.
Es la Ciencia en estado Ideal. No es sentir. Ni suponer. Ni parecer.
Como se propuso Thales de Mileto; la misión filosófica es explicar y demostrar.
Explicarlo todo y hallar las leyes que lo regulan todo.
Comentarista de literatura clásica, de la historia y de la historia de la Filosofía. Autor de «Manual de Ordenanzas de Obras Públicas» y de «El Humor de los Sabios».