Ayer dijiste que no querías verme más
Y me quedé mirando la nada.
Pensé en todas las veces que me dijeron eso
Sinceramente creo que es la primera,
La mayoría de la gente desaparece sin más
Yo también lo hago.
Lo hice más de una vez
Pero nunca prometo nada
Siempre aviso:
«No esperes nada de mi»
¿Por qué?
Porque soy un ocaso, un recipiente vacío
No tengo nada para ofrecer y estoy feliz con eso.
.
Ayer te quedaste esperando una respuesta
Pero yo ya estaba pensando en la muerte
Y en el sentido de la vida
¿Cuánto tiempo pasé contigo, cuánto tiempo perdí o invertí en vos?
De nuevo viene la catarata de pensamientos
Y las voces reaparecen
La tradición empieza a pesarme en los hombros
Busco marco teórico que me ayude a construir mundo.
De nuevo me dices que no te respondo
Es que estoy disociando, pienso.
.
¿»Disociar» es separarse del momento e irse por una concatenación de pensamientos muy lejos?
Busco en mi cabeza acepciones,
No encuentro ninguna.
Pienso en llegar a casa y buscar una respuesta
No puedo habitar el mundo así.
De nuevo Heidegger me habla al oído
¡Ya no quiero pensar!
.
Me sigues mirando y esperando una respuesta
Hace rato que no escucho lo que decís.
Respiro.
Vuelvo al presente
-pongo en práctica ejercicios de Yoga-
Vuelvo la atención a tu persona
Me perdí en lo que dijiste,
Te respondo lo primero que me viene a la mente,
La frego y me voy.
.
Un poco de culpa me invade
Y de a poco va ganando lugar en mi cuerpo entonces me pregunto:
¿Por qué soy así?
Los pensamientos sobre las formas de subjetivación reaparecen:
Foucault,
Heidegger,
Nietzsche,
Deleuze.
Ninguno y todos ellos.
.
Mentí, ayer no me dijiste nada
Y eso dolió más
Todo lo anterior sólo fue mi mente
Divagando, especulando, creando escenarios falsos dónde soy protagonista, pero en el fondo no lo soy
Y no me gusta serlo.
Prefiero la soledad, deambular en mi mente que hablar contigo, prefiero camuflarme con el paisaje de alguna ciudad o bosque y ser invisible.
Otra vez el existencialismo llamando a mi puerta.
Otra vez vos preguntándome cosas insignificantes.
Me río y confieso:
Con razón te fuiste sin saludar.
.
«No esperes nada de mí» te dije
«o espera cualquier cosa»agrego ahora,
porque más allá del cinismo y la soberbia intenté escribirte un poema.