I
Hoy te vi
me dieron ganas de llorar
pensé en todas las veces
que no nos dijimos “te quiero”
ni lo diremos
recordé todo el mal
que me habías hecho sin saberlo
.
Hoy se me rompió el corazón
Y cuánto dolió
cuánto duele
verte así sin más
saberse
sin lenguaje
ni gestos.
La vida duele, a veces.
.
.
.
II
Ahora estoy exorcizando nuestra relación
“duelando” mejor dicho.
“No vuelvas” repito
y por repetirlo
quiero decir
“¡Volvé!”
es mi deseo
pero no
la pulsión tanática
que me ata a vos
ya perdió su encanto
ya no me atrae con sus palabras seductoras
ni sus talentos
ni sus intentos de poner a la muerte
junto a tu nombre en una misma oración.
La vida duele, a veces, es cierto.