LiteraturaSociedad

Matar el florecer

El humano era muy humano

Y se volvió monstruo.

El monstruo

En parásito,

El parásito comía la piel.

.

La carne ‘putrefacta’ constituía un cuerpo.

El cuerpo condenado a la piel

Alojaba los parásitos

Sin quererlo,

Sin desearlo.

Odiándolo.

.

El monstruo se comía la piel

En silencio.

Nadie habló de él.

El monstruo iba de cuerpo en cuerpo

Matando el florecer,

la infancia,

Pero en ese momento nadie habló de él.

.

«Nunca hay una sola víctima»

Decadente Humana

Escribo sobre escenarios posibles que son imposibles. Pero en el fondo siempre escribo sobre lo mismo.

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