Alguna vez empecé a escribirte un poema,

pero lo dejé a la mitad

No había palabras

Ni inspiración.

Hoy intento escribirte otro

Porque quiero

Y puedo

Pero de nuevo no hay inspiración

Y es raro porque has generado en mí sensaciones hermosas

y no tanto.

Pero es inevitable la inspiración no baja

La musa no habla

Y la frustración vuelve a mí.

.

Me gustaría decirte cosas que ya sabes

o que tal vez no

Cosas que capaz no te importan,

pero no

El gesto de forzar un poema que no nace es lo único que te puedo dar.

Te regalo un no-poema.

Uno que diga todo lo que quieras oír y más

Que te haga sonreír.

Vos sabés cuánto me gusta tu sonrisa

Cuando se te hacen los huecos al costado de la boca

 Y los labios quedan entre paréntesis

Como si tu sonrisa fuera una aclaración

¿De qué? No sé.

.

Podría imaginar infinitos escenarios…

Donde tu sonrisa aclara algo

Algo que digo

Que hago

Que haces

Qué decís

Que pensás

O simplemente algo que acontece.

.

¡Perdón!

El poema se ha vuelto largo y con él

de a poco

La magia de la metáfora se fue perdiendo

Aunque, realmente, nunca existió

Por eso, esto es un no-poema,

Un poema que no nace

Un poema que nunca va a dejar de nacer,

Un poema que no nace jamás,

que está a la mitad.

Gracias.