Felices aquellos que el señor los ha abrazado y protegidos contra toda educación de la maldad
Desgracia para aquellos que en su protección contra la maldad están a merced en la guarida de los lobos
Felices aquellos que están exentos de toda tentación por hacer sufrir a su prójimo y lo ama aún cuando aquel le clava el puñal
Desgracia para aquellos que al estar exentos de toda maldad sufren el goce de aquellos que disfrutan hacerla sin remordimiento
Ejercicios de futilidad