Vi tu piel: suave y pura, como la de Venus,

tu cuerpo: regalo y envidia de los dioses.

Ví tu cuerpo, tu humanidad y no dejo de pensarlo, de sentirlo, de necesitarlo. 

Ví tu ternura y lado salvaje,

vi tu llanto y tus alegrías.

Tus manos delicadas sentí, tus labios húmedos,

sobre mi cuerpo, sobre mis angustias y ansias,

vi como las apagabas.

Siento, te siento,

Te elijo,

Cada día, 

Cada noche.