Jugar a desaparecer, desaparecer jugando. Una búsqueda inconsciente entre ciudades y planos, quinientas dimensiones paralelas en dónde es posible estés. Quién soy para rendirme lejos, si solo sé rendirme ante tu sonrisa y no la encuentro.
Juego de niños que pelean por un dulce ¿Por dónde andas? Te lo juro, juro que no he sido, pues a mí el enojo me dice que fuiste tú.
A lo lejos se lo preguntan pensamientos miles de personas imaginarias ¿Quién fué que no aparece? Solo hay dos niños entre dimensiones alternas que pelean por encontrarse. Por no encontrarse.
¿Quién se comió el dulce? ¿Quién se llevó la dulzura? Que me los dejan sin sonrisas a ambos; y ellos, tan tercos como acostumbran ser, juegan a no verse, a no hablarse, a separarse por el resto de sus días en el resto del universo ¿Quién ha sido? ¿Quién les robó la dulzura? Que ya no sonríen juntos ya no.
A veces escribo.