Una mirada y me congelo,

Una sonrisa y mi deseo,

Encuentro la historia que quiero;

Dame un abrazo que me muero,

Dime algo que te quiero.

Te quiero lentamente,

Como quien quiere y no se anima,

Como si todavía faltase más tiempo,

Entre los silencios que se lleva el viento,

Entre mi curiosidad y tu fuerte,

Entre mis preguntas y tú, fuerte

y tú débil y tú casa y tú en mí,

Dentro de mis pensamientos.

Ay niña si te contemplaras en mi mente,

Ay mujer, si solo no me congelaras hasta los dientes;

Si razono quiero hablarte, 

Si te pienso quiero verte,

Si no puedo y soy inerte,

Solo espero un rayo de suerte,

Una casualidad o un destino,

Que me lleve a conocerte,

A mirarte, a que me mires,

A hablarnos entre caos y temple;

No nos salva nadie, la locura no nos miente.

Imagino grandes charlas, risas y dolor de vientre,

Imagino que imaginas, que tu quieres conocerme,

Que se acercan sentimientos, de a montones y muy fuertes,

Imagino que te alegras y me alegro si imaginas,

Me emociono porque puedo, me obsesiono porque quiero.

Qué más se puede hacer,

Una mirada y me congelo,

Una sonrisa y mi deseo,

Serás en primavera, mi cura o mi veneno.