Literatura

Cuando estoy en el baño

si me miro mucho al espejo
me empiezo a deformar.

Sin pensar demasiado
me sumerjo en agua hirviendo
para sacar los vellos.

No puedo evitar sonreír
al ver cómo se desprenden
pellejos de mi piel.

Me deshago
de mí.

Abro un tajo
desde mi vientre bajo
hasta mi pecho.

Entre mis tetas
late un corazón
que sin emitir sonido cae al suelo.

Soy un cuerpo vacío.

Soy una masa amorfa
esperando a ser moldeada.

Puedo ser madre.
Puedo ser hija.

Puedo ser niña.
Puedo ser mujer.

Estoy obligada a ser feliz.

Siendo madre de una niña.
Siendo de niña una madre.

Y siempre que intento romperme
alguien me encuentra en el suelo
y vuelve a reconstruirme.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *