«La sensación de ser el árbol más alto del mundo y no tener con quién hablar,
De encontrar cerca la cima y dejar lejos las llamas del miedo…
De mirarse en el horizonte atravesando el silencio,
Compartirte entre el gentío sin dejar que muera la Risa,
Llenando Almas como de Mar están Llenos mis Ojos,
Acortando la distancia con sueños de la infancia…
Arrugando las solapas del destino».