últimamente,
de repente,
siento mucho el corazón,
mi pecho tiembla
y me recuerda
a las vibraciones que produce una tormenta en la casa de mi mamá,
mis latidos,
como los de un niño solo y asustado en la oscuridad,
palpitan con rapidez, temor, dolor y ansiedad,
siento al vil monstruo,
trepando por mi garganta,
que se desgasta,
ese dementor,
que corta mi respiración,
alterando mi razón
y perturbando mi mente,
que ya no entiende qué siente,
el terror se apodera de mi,
desconozco mi cuerpo,
sus movimientos,
me incomoda sentirme
en esta piel ahora extraña,
cómo puedo hacer para herirle
y que no sangre mi alma.