Frágil la mano izquierda cae sobre el pasto
algunos dedos extendidos, otros no.
Rodeando al índice el yuyal se agita,
la mañana demasiado llena de rocío humedeció la piel.
Algún insecto pasa
roza sin intención
y el dedo meñique tiembla.
Conforme avanza el día el sol cambia de lugar
lo que era luz ora sombra
la porción de pasto que queda debajo de la mano se quiebra
la otra no.
Huele a tierra y clorofila
a la tarde
se olerá
barro.
(Brea – Poemario completo en la librería de Trafkintu)
Soy Guille Grecco.
Escribo y es todo lo que puedo decir.