Creeme cuando diga que disfruto
perderme en el infinito
con vos.
Que pienso a la felicidad
como momentos… fugaces
y coinciden cuando nos vemos.
Creeme cuando diga que me siento
<miserable>
desde antes de conocernos.
Aunque un poco menos
cuando te acercas a mi boca.
Sin embargo,
no me creas cuando nada digo
y pareciera que divago en
un mundo fascinante / de
‘intelectualismo’.
La verdad es / si tan solo supiera(s)
que el agotamiento mental
no me permite más que darte lugar
cuando vos hablas
y dejarte entrelazar
<mis manos
con las tuyas>
Por favor, no te asustes
cuando mire a tus ojos
tan fijamente
al punto de corromperlos
intentando descifrar
<tu alma>
Pero es que tienen
la increíble habilidad
de convertir mi vida
un poco menos miserable