Abrí los ojos con ese miedo de que no estés. 

Abrí los ojos con ese vacío en el estómago. 

Abrí los ojos con ese color rojo a su alrededor. 

Abrí los ojos con ese dolor de no abrirlos nunca más. 

Abrí los ojos, y todo seguía igual. 

El silencio de afuera rodeaba el lugar.

El ruido de adentro aturdia. 

No había nadie como siempre, todas las mañanas eran fuertes.