En la parte más oscura de mi cerebro guardo secretos, dolores y miedos.
Habitan todas aquellas cosas que me rompieron y que lamentablemente no suelto.
En aquel pequeño lugar sigo escuchando esa voz imaginaria que recrea esos escenarios llenos de ansiedad, donde me pregunto ¿Por qué?
¿Por qué dejaste salir esas palabras que me destruyeron?
¿Por qué no se esfumo?
¿Por qué preferiste cuidar su corazón y dejar que el mío se agriete?
Devuélveme mi lugar, por favor, todavía me siento extraña sentada en la punta de la mesa.