Estos poemas fueron inspirados por el genial texto de Rocío Beatriz, que recomiendo leer en Trafkintu:
El contrato silencioso
En la sombra callada de la historia,
las mujeres no tienen voz ni voto,
su destino está marcado por el brote
de una flor que nunca hace memoria.
Sarmiento las ve en la eterna gloria
de ser madres, calladas, y en el coto
de un hogar, mientras el mundo explota,
y su lucha queda fuera de la oratoria.
Alberdi las ve como un anhelo,
pero sin espacio en su gran esquema,
relegadas al muro del tiempo y el cielo.
El contrato tácito que ya se quema,
no es suyo, aunque su vida sea el suelo
sobre el que se levanta el nuevo sistema.
La mujer, el pacto olvidado
En el susurro antiguo de la patria,
la mujer es figura sin medida,
una sombra que oscurece la herida
de un país que olvida su alma cálida.
Bajo el yugo de un pacto sin alma,
se pide que la mujer dé su vida,
sin voz, sin lucha, su alma rendida,
en la sombra, guardiana de la calma.
El contrato social no es suyo, calla,
es madre, esposa, pero no ciudadana,
en su pecho, el deber se desmaya.
Así, sin ser vista, sin ser hermana,
su fuerza es la que nunca se resquebraja,
pues es quien mantiene la nación en la trama.
Nuevamente gracias Rocio por tu inspiración
Mi poesía nace del silencio y la contradicción, explorando lo oculto y lo reprimido en el alma humana. Escribo para desmantelar las máscaras que nos definen, cuestionando lo que decimos y lo que callamos. Mis versos son preguntas sin respuestas, invitaciones a ver más allá de lo evidente. Cada palabra es un reflejo de lo que tememos enfrentar, de lo que guardamos en lo más profundo.
Gracias a vos, Irina <3 Qué hermoso lo que hiciste.