Me gustaría tener un secreto,
algo escondido entre mis manos,
un susurro que habite mis planos,
un rincón donde no pese el respeto.
Pero soy tan recta en mi camino,
que ni en mi mente se ocultan sombras;
y aunque mis días a veces se asombran,
nada se esconde tras mi destino.
Solo una vez pensé en lo prohibido,
me toqué pensando en su cuerpo ajeno,
la pareja de amiga que era mi freno,
pero la culpa me dejó herido.
El deseo me asfixió, casi vencida,
en mi cama, la fantasía encendida,
pero me fui sin atreverme, amiga.
Mi poesía nace del silencio y la contradicción, explorando lo oculto y lo reprimido en el alma humana. Escribo para desmantelar las máscaras que nos definen, cuestionando lo que decimos y lo que callamos. Mis versos son preguntas sin respuestas, invitaciones a ver más allá de lo evidente. Cada palabra es un reflejo de lo que tememos enfrentar, de lo que guardamos en lo más profundo.