Acepto el destino, el pathos, el thanatos,

en algún lugar yace escondida la verdad.

Se que no puedo hallarla pero si puedo recrearla.

Sentarme en la sombra como se sentaron mis antepasados alrededor del fuego,

Esperando los presagios siderales que le gritaban los dioses certeros.

Janos, el de la nariz aguileña

Mi padre, el de los ojos cafés

Sigo buscando las llamas,

quiero ser el ojo en la tierra de media

quiero saber que esconde el Hungaro bajo la lengua.

Janos, el agricultor culto

Mi padre, el protestante

Sigo buscando las huellas,

De mi abuela entre mis cejas

Sé que mis ojos rasgados

Han sido 

Heredados.

Heredo la vida del sol

La luna que baja entre estrellas

La tierra flechada

Soy producto del tiempo;

La unión de los ojos del cielo

Frente a la belleza del hielo.

Acepto el destino, el pathos, el thanatos,

en algún lugar yace escondida la verdad.

Se que no puedo hallarla pero si puedo recrearla,

Sentarme en videncias fugaces,

Besar el aire y su locura

Ver y oír a esos dioses de extraña cordura,

Sucesión,

Sensación,

De haber vivido otras vidas.

Mirando el pasado en esta línea

Que duerme todavía escondida

Esperando la gran Huida.