Tocaron a la puerta

Me entregaron una caja, 

Yo no la quería ni la esperaba,

Pero la tomé. 

La dejé sobre la mesa

Esperando sonar el timbre

Pasaron las horas, los días.

Molestaba sobre la mesa y la acomodé en la biblioteca. 

Pasaron las horas, los días, los meses.

Una noche supe que nadie la vendría a buscar, y como quien quiere perder algo que no encontró, la dejé sobre la heladera. 

Ya no esperé sonar el timbre y solo quedan dos opciones para la caja: 

Tirarla o abrirla juntos.