La noche no es un ninja

En mis ruinas florecen tus flores

Y aunque las estaciones se lleven todas las torres.

Una y otras semillas se plantan para renacer.

Cómo la tarde muere; 

Cuando dejo tu cama y tu vida 

Y sigo ajena a tus besos 

Y a tus ojos de oscuridad.

En mis ruinas florecen tus ojos 

Y aunque las estaciones se lleven esos pequeños colores rosados,

Una y otra vez renazco entre la luz de las tinieblas lunares.

Y sobre el día  muere la noche y esos conejos ninjas salen a jugar con las estrellas.

Veo, te veo.

Hoy existis 

Y te quiero.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio