Juego a buscarte en lo oscuro del dia, se que vas a llegar antes que tu sombra y que traerás las lluvias suaves a mi puerta de cristal.

Juego a que te deshabito porque así creo que te he habitado siempre Y como el viento te rozo y como el perfume me pego a tu piel.

Juego a que no te nombro porque sé que si lo hago me hundo en el abismo, un abismo de rosas y caramelos, un abismo de sueño.

Sueño con los besos que todavía no me diste y tal vez nunca me des.

Juego a la casita del silencio, de la taza de café, al abrazo en desayuno, a la parodia del uno a uno, a la risa del burgués.