En el jardín de los recuerdos, tu ausencia florece,
Como una flor que se marchita, como una estrella que se apaga.
Creo que te extrañaré por siempre,
Como las estrellas extrañan al sol al amanecer.

Tu risa, tu eco en mi mente, tu voz, una melodía en el viento,
Y en cada rincón de mi ser, siento tu ausencia.
El amor que compartimos, ahora un recuerdo,
Una huella imborrable en el sendero de nuestra existencia.

Las noches son más largas, los días más grises,
Y en cada amanecer, busco tu rostro en el horizonte.
Pero solo encuentro el silencio, solo encuentro la soledad,
Y en cada ocaso, siento el peso de tu ausencia.

Creo que te extrañaré por siempre,
Como las estrellas extrañan al sol al amanecer.
Como el mar extraña a la luna cuando se oculta,
Como el árbol extraña a las hojas cuando caen.

En cada latido de mi corazón, en cada suspiro,
Siento la pérdida de tu dolor, la pérdida de tu presencia.
Y aquel dolor es profundo, aunque la tristeza es inmensa,
Sé que el amor que compartimos perdurará por siempre.

Porque aunque me haya ido, y aunque ya no estás,
Tu recuerdo vive en mí, mi amor sigue latiendo en tu pecho.
Y aunque nos extrañemos por siempre,
Sabemos que en cada estrella, en cada amanecer, estaremos presente.