Restos de mate en el mantel u obsolescencia programada: otra mala poesía de internet (mala mía)

me sumo a tu colapso 
ese crecimiento depende

arrójase el pan lejos, la heladera más rala que una espiga de escueto suelo
fundamentalmente, eso 
                       está cayendo 

con menos poesía que un millenial, zarpaste hacia cualquier rumbo. No importa, todo bien. Que la cuenta la pague  .   Él 
laceras al responsable inscripto que te dio besos en la alcoba la noche del Black Friday con Iva emputecido, sabes que el otro se derrite por verte barata en luz, gas, agua total 
  al monotributista altoinhibido saludás con tu mano de enjambre de cuotas 
    te abrazo y te financio, 
pero no soy tu mamá, ¡¡a mí 

me cogés!! 

 ¡Clavame que quede claro! 

eso está 

cayendo 
    ese                                        crecimiento                                       depende
 

uno 
no 
       invierte 
       en lo que se deprecia 
económicamente activa 
¡ay! Qué informal 
cosecharás tu siembra. Salvo que seas pobre ………………….muy, hayas nacido en Avellaneda (mercado protegido de hacienda). De carne somos. Nada mejor que un correntino para un argentino. 

Y para un catamarqueño, 

               un bonaerense, pues claro. Aquel, la cuenta dásela a aquÉeeel 


mansoeconómicas las musas se extravían, se abruman en el calentamiento global de tus días del maestro. ¡Porque a eso vinieron! ¡A celebrarte! Y vos les cebaste el mate a las boludas de al lado, a las de la casona abandonada, las fantasmas de Sábato y compañía. ¡Abanderado de la tristeza! ¡Amargo!, te ganaste tu entierro, bien merecido tu entierro en la morada de los próceres que vinieron de arriba, pero salieron del peor de los esfínteres posibles, oliendo a sucio para explorar, con los ojos 
                                          hechos mierda 

ni todas tus bóvedas me harán creer que la vida continúa, ni todos tus zalameros mangazos harán de esta obsolescencia programada el podio del contribuyente récord. Programate otro programa con otro. En fin, el fin de semana recién empieza, dicen los notidiarios

¡Party! 
si te agarro te emparcho, argentinena, gritaba el folclorista con fe del Alfa Romeo gris tatuado en calcos de las islas harrmosas alfonsinas Marvinas que nos trajo tantos problemas. Licencias vencidas. Falta de embargos no por falta de oficiales. 

¡cambiá los pesos por un sulky y volvete a rastras a tu capital de provincia, riojano inhóspito! 

  La pregunta es si estás destruyendo o estás reponiendo 
  La política regalando explica 
  Te explico un poco más, ¿te quedás? 
  No puedo. Se me cierra el ZOOM 
  de sueño 
  El zzooom de esta reestructuración ese te va creciendo 
  El lente ya amplía en coeficiente universitario 
  Saldos de otros Cielos 

Formate precios en una frecuencia mejor de negocios y no seas necio, San Luis, no abandones al que te dejó las proporciones justas de una rentable casa, con todo acondicionado para construir atrás. 

Una piecita en el 
fondo no se le 
niega
a nadie 

Che, pobreza inclusiva es ponerle un saxo a la guitarra y que parezca rock el policidio como en los Montoncitos de Ricota 

Pobreza inclusiva todas las hojas que son del viento y no de una pastera en Lomas de Zamora, aunque el progreso cayera a raudales o en reventa de copias a valor Humanidades 

Destruyes la polis, polis policía, ¡mejor Fernández que desfallecer!

¡Pobreza inclusiva! 


En jerga económica: se te desaceleraron los premios y los tirapiedras evalúan la devaluación del atraso empresario en una comilona con fulbacho y suministro exclusivo de zumo de conurbano, los comedores de la fortaleza protectora ya no te solucionan el tema de las filtraciones, el agua llegó al piso y de aquí no se va no se va. Va para largo el modelo canilla. Y ni en cien años te bendicen los que en lengua nómade te chantaron la maldición de la tierra. A afanarle el agua a lo podrido 

Ni diez Falabellas valés, primacía del lucro. ¿No ves que acá estamos todos los que en aguante nos batimos? Sorda y menudita resultaste, zancuda chilena. Te diste la vuelta para no escuchar ya que sos de la filial de los que agarraron para el lado de lo tentativo especulativo. ¡Toda pensante ella! ¡Montonera de las urgencias de las flotas extranjeras! ¡A los botes, gritás! ¿Quién te creés que sos? ¿De dónde viniste a salpicar con mierda el lavabo argentino del Duchamp criollo y se acabó?

En la selva de símbolos monetarios te escondiste, y ahora me hablás así, raro, con los dientes en fila sin un pulcro misal o una díada de caldenes que no te sobren, que no te abulten en los almacenes de ramos generales, stock de capital 

Ruta financiera, no extraviarás el rumbo de mi eco economía. No me vas a privar de lo que más guardo, mi FORJA 

¿Qué éxito? ¿Qué radical? ¿Qué le hicieron al golpe? No hay exitoso
último siglo argentino. Yo no creo. ¿Quién gana? 
El Pollo Vignolo y alguno más. ¿Con este sistema? 

Hasta que no se trate 
Soy pobre y no me quiero vengar. ¿Qué pasa?

2 comentarios en “Restos de mate en el mantel u obsolescencia programada: otra mala poesía de internet (mala mía)”

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