Hay días en que dejo entrar al sol.
Hay días que escucho música y canto.
Pero al día siguiente el corazón late muy fuerte.
La angustia golpea mí pecho y mí cabeza es un sin fin de voces terroríficas.
Y no hay calmantes suficientes, ni abrazos reconfortantes.
Esos días no como, no hablo, no respondo.
No escucho música, no canto.
Esos días me tiro en la cama
Vencida por la depresión,
Que juega con mí mente y me hace creer a veces que toque el cielo con las manos,
Para bajarme de una forma cruel al dolor inexplicable del alma.
Esta noche volví a mirar mis venas,
Las vi cortadas, pero entonces maullo Uchi, y no pude hacerlo.
Quizás mañana me vuelva a sentir mejor.
Desayune, abra las ventanas, limpie mi casa y cante.
Solo para poner stop en el medio de la canción, y convertirme en la que no se si soy.
Para volver a darme por vencida
Y que mañana, sea otro día triste.