Comenzar a cerrar ciclos se siente siempre como una explosión.
Explota la mente y el corazón.
Querés dormir y a la vez no.
Cerrar ciclos es sentirte incómodo,
Soñar con lo que hay después del cielo.
Es llorar sin parar, y sentirte incapaz.
Pero un día te levantas fuerte.
Sabes que cuál es el camino correcto.
Porque los ciclos son así.
Caminos, que hay transitarlos.
Hasta ser valientes, y pegar el volantazo.
Cerrar un ciclo es ir detrás de lo mejor.
Y eso, es lo que quiero yo.