El día volvió a comenzar de madrugada.
Las 4 de la mañana y mi cabeza otra vez en alerta.
Caminé por toda la casa, entre al baño, abri la ventana que da a un húmedo muro y confirmé lo que me decía el reloj.
Era de noche, ya podía ir a dormir tranquila, entre pesadillas y pensamientos patéticos.
Sonó el despertador, la energía transmitía bronca, la ciudad estaba llena de rock, la gente despeinada, pensativa y preocupada.
Yo, por mi parte, no me aguantaba, arrastraba una mala noche, un estado de alerta, la fase 1, la ansiedad de no saber cómo seguir mi vida, ya que el maldito virus la maneja.
Terminé siendo víctima de una crisis de ansiedad, atracones, llantos, llamados llenos de ira contando verdades.
Ahora la tormenta pasó, y mientras espero que el psicólogo me atienda miró alrededor y veo el desastre que se armó y que armé.
Escribo esto con mis últimas fuerzas.
Las ideas hoy no están claras, las personas que dicen brindarme su apoyo no están.
Otra vez nadie me defendió. Otra vez estoy sola.
Me quedo acostada solo con la luz de la compu alumbrando mi rostro…pienso y me replanteo…que onda la soledad?.
Que pasa con la soledad y yo?.
Es la cura para mis males enfrentarme a mi misma?. No dejo de decirles a todos que me tengo miedo.
Hoy tengo miedo al mañana.
Tengo miedo a esta noche, y tengo miedo de mi.