Vestida de gala

Apagué la flama de los 27

El destino pronunció su veredicto

El inframundo me recibió

Con las fauces abiertas

Presagios de óbito

Resuenan en todos lados

Me persiguen

Las almas de los desgraciados

Entonan cánticos

«Welcome to the hotel California»

El infierno no es tan malo…

Solo tiene mala prensa.

Creo que me quemé viva

Pero las llamas

No eran rojas…

¿Quién apagó la vela?