Cuadro: La llamada (1961)– Remedios Varo
Este poema está inspirado en la obra póstuma de Alfonsina Storni «Voy a dormir»
Voy a hacer un viaje
Encendeme una vela
Pero no me esperes despierta.
Voy a descansar
Echarme largamente
Recorrer los senderos del letargo
Calmar el pitido incesante de mis oídos
Plegar las manos como penitente
Descorchar
El sonido cristalino de
Las lágrimas al quebrarse.
Tengo que empacar con suavidad
No con la torpeza y brutalidad
Que estoy acostumbrada
A tratar mi casa
No quiero romper nada
Antes de irme
Que cuando se hagan las 5
Me marcharé deprisa
El alba no admite dilaciones.
No me asusta conocerte
Estimada señora
Pero estoy aterrada
De que llegue el momento
De enfrentarme a mis adentros
Esta jaula que es mi hogar
Que me protege
Y, a la vez, me encarcela.
Una nueva vida
La vida en un lugar más grande que yo…
Jaula celestial
Tan inmensa
Y tan atrapante
El otro lado
La belleza de las cosas muertas
Los cadáveres
El olor de las flores marchitas.
El otro lado
Dicen que es aún más inmenso
El otro lado
Dicen que es hermoso
Dicen que es eterno
Y dicen
Que no existe.
Por favor, que no exista
No creo poder soportar
Otra vida más, amiga.