Si me pedís mi consentimiento
Si me decís que volvamos al mar
No puedo dejar de ser
Ciudadana de este mundo.
Aunque me lo pidas de rodillas,
Yo no le pertenezco a nadie.
Renuncié a mi nacionalidad
El día en que nací realmente
Que fue
El día en que alguien me hizo pedazos
Porque sólo conectamos verdaderamente
Con la vida
A través del dolor.
Y ahora soy
Una vagabunda del deseo
Y del amor.
Quizá algún día regrese
Y me instale de nuevo en mi ser
Pero, por ahora,
Solo vivo de lo e f í m e r o.
Les dejo la lectura de esta poesía que hice para el programa de Sobrehumanos en Radio de la UNS:
https://www.instagram.com/tv/CPJlGtWHM5R/?utm_source=ig_web_copy_link