Ay, pensamientos,
¿por qué desean más allá de mi pauta?
¿Por qué me cubren de culpa,
vergüenza e hipocresía?
¿Por qué no deseo huir de ustedes?
Si es lo que quisiera,
si no los reconozco.
Ay, pensamientos,
les rogaría piedad
pero no sé cómo.