Carta I

Querido mío, ya no te leo, pero sé que vos sí. Espero que estas palabras sean tan dulces como la miel, que sean el veneno perfecto para entrar en tu cuerpo, en tu mente; pretendo invadir cada espacio en vos.

Querido mío, léeme con cuidado, despacio; devora cada letra como si estuvieras leyendo un T E A M O.

Querido mío, que el amor sea tu perdición, que pueda consumir tu alrededor, tus sueños, anhelos.

Oh, querido mío, léeme con cuidado, como si estuvieras leyendo un                  T E   A M O.

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