Bahía Blanca venía atravesando la pandemia con apacible cautela. La curva de contagios nunca despegó, la ciudadanía fue bastante responsable, la relación provincia-municipio tuvo algún roce menor pero nunca se cortó la coordinación, los focos de coronavirus siempre estuvieron aislados y con correcta identificación. Hubo muertos y positivos en el personal de salud o servicios esenciales. Lo mismo que en todo el país o en el mundo.

La tendencia de los casos activos parecía un bandoneón. El fuelle viral inhalaba durante un período, para después exhalar decenas de casos en pocos días. Esto se puede apreciar en el siguiente gráfico. La línea roja representa los positivos, mientras que la azul emula los casos resueltos (recuperados o fallecidos). El espacio blanco del medio son los casos activos.

Varias veces el fuelle se comprimió, hasta que las líneas casi se tocaron. El 14 de mayo, llegamos a tener sólo 11 casos activos, cuando apareció el brote del Parque Eólico. Una semana después los contagiados activos eran 24, sumando también los del geriátrico.

El 17 de junio, el espacio entrelíneas fue aún más corto, llegando a apenas 8. Nunca estuvimos tan cerca de fase 5. Una semana después, el brote del Hiper (¿el último de los brotes clásicos?) llevaba el número a 20 y se ramificaba por la ciudad vecina de Punta Alta.

(Aclaración: al ser este tema tan dinámico, me resultó imposible terminar el artículo sin que aparecieran modificaciones sustanciales en los acontecimientos, todas precipitando aún más las conclusiones de este análisis. Incluyo en el final las actualizaciones de última hora y primeras impresiones al respecto)

Hoy los casos activos son 40. La marca más alta desde que el coronavirus llegó a Bahía. Y algo peor que el número. Los contagios ya no se dan en conglomerados definidos, donde resulta más sencillo aislar contactos estrechos o desinfectar lugares peligrosos. Los brotes son pequeños y están por varios lados, sin vínculo aparente entre ellos. Esto sólo revela el peor miedo del municipio y de todos los bahienses: la circulación comunitaria ha llegado a la ciudad y no sabemos hasta que número subirán los contagios en los próximos días porque el rastreo personalizado amenaza con volverse impracticable.

En otras palabras, no tenemos ni puta idea de dónde va a frenar la exhalación del bandoneón viral.

¿La circulación comunitaria te manda a Fase 3?

Todos teníamos en claro que si llegábamos a 21 días sin contagios, subíamos a Fase 5. Sin embargo, no es tan definido y cuantificable la forma de caer en Fase 3.

La resolución provincial (que puede consultarse acá) establece que esta categoría le pertenece a las ciudades del AMBA y “los municipios qué disponga el Ministro de Jefatura de Gabinete de Ministros frente a la existencia de un foco de contagio o la multiplicación rápida de casos positivos de COVID-19”. Queda claro entonces que la decisión será tomada por la provincia y no por la ciudad. Sigamos viendo la resolución.

“(…)a partir de la identificación de los primeros casos autóctonos, un incremento en la velocidad de transmisión, medida en términos de tiempo de duplicación, o bien, la ocurrencia de casos autóctonos en los que no se pueda identificar la cadena de transmisión, ameritan el pasaje de fase 4 a 3, correspondiente a un escenario de transmisión comunitaria”.

Este pasaje ya deja un escenario bien definido de fase 3: la famosa transmisión comunitaria. También establece dos criterios a los que tenemos que prestarle atención: tiempo de duplicación de casos y pacientes donde no se determine el origen del contagio. En el primer criterio Bahía se encontraba bastante bien, en el segundo no.

Primer criterio: duplicación de casos

Si bien no está en la resolución provincial, se establece por decreto nacional en más de 25 días el período necesario de duplicación de contagios para estar en fase 4. Es decir que mientras Bahía no baje de los 25 estaremos bien. Hoy estamos en 41 jornadas (ver Noticias de Última Hora), según datos oficiales del municipio, pero analicemos la situación para ver que no estamos tan bien como indica este número.

El lunes 29 teníamos 99 contagiados, número que tomaremos como objetivo a duplicar. Hoy, cuatro días después, llegamos a 124 positivos, a razón de 6,25 nuevos casos cada 24 horas. Si esta tendencia se mantuviera en el tiempo, la tasa de duplicación bajaría a 15 días, derecho a la fase 3. Quedará por ver si lo de esta semana fue un boom de contagios o una tendencia que confirme la transmisión comunitaria. Por las recientes declaraciones del odontólogo Adrián Jouglard, secretario de gobierno de Héctor Gay y principal comunicador ante la pandemia, no hay mucho optimismo. Esperan 100 contagios en los próximos 20 días, 5 positivos cada 24 horas, lo que nos pondría en inapelable fase 3 en la segunda quincena de junio. «Ya no vamos a tener días sin casos», sentenció Jouglard.

En lo personal, descreo del método de duplicación de casos (ver Noticias de última hora). Era funcional para medir en las primeras semanas, cuando todos los municipios arrancaban desde cero. Hoy Bahía cuenta con un colchón de 124 contagiados que se vuelve más difícil de duplicar que si hubiéramos tenido, por ejemplo, 40 casos. Y en sí, la situación epidemiológica puede ser la misma, porque la gran mayoría de esos 124 casos ya no están activos hace rato. De haber tenido 40 casos, a 6,25 casos por día, Bahía tendría una tasa de duplicación de menos de 7 días. Creo que es momento de utilizar otra forma de clasificar a los municipios, tal vez vinculado sólo a los casos activos.

Segundo criterio: casos autóctonos sin origen identificado

Acá la cosa se pone peluda porque estamos entrando en un terreno inexplorado, al menos en el interior de la provincia de Buenos Aires. Hubo brotes en varias localidades pero fueron identificados, se retrotrajeron las fases un poco y volvieron finalmente a la nueva normalidad

El único caso que se puede tomar de referencia es Olavarría, pero no es comparable. Para empezar la población es tres veces menor. Sin embargo, lo que más diferencia a ambas ciudades es la curva astronómica de contagios en la tierra del cemento. El 4 de junio, hace apenas un mes, tenían 3 casos, todos curados. Hoy tienen más de 150 positivos y creciendo. Llegaron a tener más de 100 casos activos a la vez. El 0,1% de su población. Se lo mire por donde se lo mire, Olavarría tenía que retroceder de fase.

Bahía Blanca, por su parte, desarrolló la transmisión comunitaria de forma silenciosa y paulatina, casi sin que nos diéramos cuenta. El municipio recién clasificó dos positivos como transmisión comunitaria esta semana, aunque tiene una veintena en la incierta etiqueta de “investigación epidemiológica”. No fue una explosión, sino un goteo.

¿Cuántos casos de transmisión comunitaria se necesitan para cambiar de fase? No sé sabe aún, pero es probable que los bahienses lo averigüemos en carne propia en la próxima semana.

Más allá de las fases, ¿cómo está Bahía Blanca, pero?

Si tomamos cualquier proyección hecha en marzo o abril y la miramos hoy, los bahienses tenemos que darnos por satisfechos. Por estos días tendríamos que tener entre 200 y 2000 casos y apenas pasamos los 100 hace pocos días. Mis felicitaciones a las autoridades de todos los niveles y partidos, al personal de salud y a los ciudadanos en general.

Dicho esto, puede ser que estemos a las puertas de un desastre sanitario. Si la transmisión comunitaria hizo pie en barrios populares, como amenazan los casos de los empleados de Securitas en los barrios de Vista Alegre y el 9 de Noviembre, los contagios van a explotar. A esto se suman diferentes brotes todavía activos en clásicos de la covid internacional: cárceles, personal de salud, transporte público, transporte de cargas interurbano, periodismo y, a última hora, fuerzas de seguridad.

Si se repitiera el escenario olavarriense, estaríamos entrando en el mes de agosto con más de 500 casos. Obviamente, esto también se trasladaría a muertos. Bahía tiene 6 fallecidos por 124 casos, una letalidad del 4,83%. De mantenerse la tendencia tendríamos que lamentar 20 decesos más en los próximos 30 días ¿Cómo está la ciudad respecto al resto del país? Mal. El promedio nacional de letalidad es del 2%. Si nos comparamos con provincias (viejo sueño bahiense) sólo Córdoba, Mendoza, La Rioja, Misiones y Tucumán tienen una tasa más crítica que la nuestra.

Para cerrar tenemos otro gráfico, que agrupa los casos por mes. Como el primer caso bahiense ocurrió el 21 de marzo, iniciaremos los períodos siempre a esa altura del año. La línea roja representa los contagiados, aunque el período iniciado el 21 de junio apenas tiene 11 días. La línea verde que se bifurca en el último período muestra una proyección hasta el 21 de julio, manteniendo el ritmo de contagio del período. La línea azul muestra los casos activos el día 21 de cada mes. No tiene mucho valor científico pero, quizás por casualidad, podemos observar el movimiento del bandoneón que comentábamos al inicio.

La proyección ratifica las palabras de Jouglard y nos pone en alerta. Los bahienses vamos a tener que cuidarnos más que nunca hasta ahora y, en especial, les pido a los lectores que todo lo que puedan posponer unas semanas, lo hagan. Tal vez si disminuimos la circulación la tendencia se desacelere.

¿Qué tiene que hacer el municipio si se agudiza la transmisión comunitaria?

Ante este escenario, al gobierno de Héctor Gay no le va a quedar otra que disminuir la circulación de personas, más allá de las resoluciones del gobernador Kicillof. Se acaba de prohibir la circulación entre las 21 y las 6 para desalentar los encuentros clandestinos. No creo que alcance con eso pero suma.

Ya hemos hablado en otros artículos de los Centros de Transferencia de Cargas para disminuir los casos importados que generen nuevos brotes. También se van a volver fundamentales los testeo masivos ya que el seguimiento personalizado se va a tornar insuficiente, con contagios apareciendo sin necesidad de contactos estrechos.

Tal vez la coalición gobernante puede sacarle provecho a la buena imagen que tiene dentro del sector privado y convencerlos de hacer un aporte que se traslade a mayores testeos. Después de todo, si retrocedemos de fase, los primeros que van a perder ese dinero, que no quisieron poner, son ellos.

Noticias de última hora

Los contagios siguen y ya se cerraron las instalaciones de un supermercado mayorista y del edificio de AFIP, por dos positivos entre sus empleados.

El municipio enducere sus medidas y discurso contra el covid.  Solicita a la población un autoaislamiento por 15 días, una fase 3 voluntaria que esperemos que tenga buena respuesta de los ciudadanos. Dejaron dos frases que preanuncian próximas medidas restrictivas: “el virus está circulando libremente por la ciudad” y “si el crecimiento de casos positivos de coronavirus es exponencial, el sistema podría saturarse en cuatro o cinco semanas”. Se presenta inminente la vuelta a fase 3. Si no la decreta Kicillof en los próximos días, el propio municipio la va a terminar solicitando la semana que viene.

Hubo también un cambio en la forma de contar la duplicación de días. No resuelve el problema que planteamos arriba pero parece más preciso. Es el que usa el ministerio de salud nacional y es proyectivo hacia el futuro, a diferencia del anterior que juzgaba según el pasado. Con el cambio pasamos de 41 días a 17 para la duplicación de los casos. Otro poroto más para volver a fase 3. Les dejo para algún matemático la nueva fórmula, a mí me supera ampliamente:

El método proyectivo es un indicador que calcula a partir del logaritmo de 2, dividido la pendiente (coeficiente beta) de la regresión lineal de los logaritmos de los casos acumulados, de los últimos 7 días. Este cálculo se realiza diariamente a través de regresiones exponenciales iterativas, utilizando una ventana móvil de 7 días.

La ventana de 7 días indica que la regresión lineal se realizará con los últimos 7 días, desde el día para el cual se quiere calcular este indicador. Existen dos circunstancias bajo las cuales consideramos que no puede utilizarse el tiempo de duplicación:

1. Que la bondad del ajuste (R2) de la regresión lineal de los logaritmos de los casos acumulados sea menor a 0.7: dado que esto indica que el modelo no se ajusta a los datos de incidencia acumulada que presenta la región.

2. Que en los últimos 3 días no se cuente con casos nuevos valores 0 en estos días la pendiente de la recta de regresión es nula y por lo tanto el tiempo de duplicación se vuelve infinito.