pegar porro en una iglesia

llevarse las zapatillas recién compradas puestas

inhalar partículas venenosas

miedo a parecerme a mi viejo

la retina del ojo se seca por el viento

repulsión a lo que me vulnera

no me puedo despegar de la adicción a sentir

mis pupilas tan dilatadas

que no reconozco ni percibo

la brutalidad del choque

pateo una piedra y le da al poste de luz

la vuelta a casa siempre es de noche

sin casco, sin cadena

zigzagueo entre esquejes de arrepentimiento

de miedo a lastimar y ser lastimado

me dejo llevar por la simetría de las sombras 

e intento imitar tus movimientos

invitarte a bailar

cruzar a mitad de cuadra corriendo

agarrarnos de los meñiques

me escapé y no sé por qué

porque sin darme cuenta 

estoy ahí de nuevo