Un policial medio rememora Paris de Nuit,
no es prensa, es pasión.
El captura las calles céntricas evadiendo las luces en una narrativa inmigrante.
Año 71, blanco y negro como su cabellera que contrasta con el rojo de su camisa,
no tenía discípulos, pero tenía la espontaneidad necesaria.
Una niñera con secretos acumulados no sabe cuánto comparte con aquel hombre,
misterio que nada tiene qué envidiarle a esas miradas, expuestas e intimas a la vez, machista hombre del diario,
era detallista y heredero del nombre, 35 años de casorio en casorio,
por la noche apreciaba desnudos en relaciones previas sin mirar la incomodidad,
en la luz dura, las sonrisas cómplices son parte del vestuario,
pero no tiene un lugar,
está perdido y desmembrado.