Trinchera 

con el dedo índice 

y puntillosa delicadeza aplastaba

centenares de hormigas cada tarde

llegué a tirarles agua hirviendo 

por ese agujerito del que salían enfiladas

cargando pedazos de hojas o de cuerpos de polillas

entonces aprendí

a observar las siluetas

y sus sombras desolladas

identifiqué sus mecanismos de defensa

la manera en que se movían  en el caos

sus voces en la desesperación

desprevenida, a veces siento

el peso de una falange en mi cabeza

o la correntada escociendo mis pies

– 

tenía cinco años

deslumbrarse era fácil

desligarse también

.

.

.

sobre las distracciones cotidianas

  «La muerte correcta está escrita» Anne Sexton 

la oficina las mismas personas la perforación de cada hora

escucho el tipeo de mi teclado y de otros también 

mientras, saco un café de la máquina

 expendedora

y otro

y otro

y miro el monitor vomitando letras y números

expectorando de vez en vez alguna mariposa, me distraigo

Sylvia Plath está jugando con la espita de gas 

es una niña traviesa y punzante deseando la lluvia

vuelvo, me digo a mi misma algo sobre pagar el alquiler y las expensas

algo respecto a sobrevivir y otras alternativas para llegar a fin de mes

entro a la reunión programada y, sin quererlo, recuerdo que subirse a un avión es como subirse a un tipo

una vez arriba no podés abrir las puertas 

mi jefa me sonríe, gesticula sobre el contexto y 

que todos tenemos problemas que resolver

la sigo pero, honestamente, no sé a dónde va 

ahora doy vueltas en la calesita de caño de la plaza

con mi hermana al lado, de brillantes rulos tendrá unos 5 años

giro como el viento, nos reímos desconsoladamente 

todo pasa tan rápido el Excel abierto la gente trabajando 

o perdiendo el tiempo o trabajando, es lo mismo

entonces la veo, cruza delante de mi escritorio

Anne Sexton tiene puesto el abrigo de su mamá 

tenue determinada impávida se dirige al garaje 

¿desde cuándo hay uno en el ala comercial? 

me acerco y le sonrío 

la mirada que me devuelve es de horror y primavera, empozada

son las 4 de la tarde

y no entiendo cómo se me pasó el día